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Cómo preparar una entrevista de trabajo

preparar una entrevista de trabajo

La entrevista de trabajo es la oportunidad para mostrar quiénes somos y qué podemos aportar a una empresa o a un proyecto de trabajo. Preparar una entrevista de trabajo es la mejor forma de garantizar que nuestro futuro empleador tome la mejor imagen de nosotros como personas y como profesionales.

Preparar una entrevista de trabajo aumenta la probabilidad de ser aceptados y de superar a otros aspirantes al mismo puesto. Por supuesto, la tarea no se debe tomar a la ligera. Preparar una entrevista de trabajo significa elaborar un plan, en el que consideramos lo que debemos hacer antes, durante y después de la entrevista.

¿Cómo hacerlo exactamente? Esta guía sobre todo lo que debemos hacer para preparar una entrevista de trabajo, resultará muy útil para nuestros lectores que se han propuesto encontrar un empleo en este año lleno de oportunidades.

Preparar una entrevista de trabajo – Guía completa para 2021

Antes de entrar en materia, es importante entender que ahora, en la nueva normalidad, hay diferentes tipos de entrevistas de trabajo. En algunos casos, estas serán telefónicas, y en otros, virtuales. Por supuesto, la entrevista presencial sigue predominando.

En cualquier formato, preparar una entrevista de trabajo sigue siendo un elemento que contribuye en gran medida a obtener el empleo. Hemos dividido nuestra guía en tres secciones: lo que debemos hacer antes, lo que debemos observar durante la entrevista y, no menos importante, las acciones a seguir tras la realización de la entrevista. Empecemos:

Lo que debemos hacer antes de la entrevista

Preparar una entrevista de trabajo implica tomarse el tiempo para considerar los objetivos, los requerimientos del empleo, los aspectos de forma, pero sobre todo, lo que podemos ofrecer a la empresa para mejorar y crecer en el área puntual que lo requiere.

Específicamente, antes de la entrevista debemos:

  • Investigar la organización: nada demuestra más interés por un puesto de trabajo, que el conocimiento sobre la empresa. ¿A qué se dedica?, ¿cuáles son sus proyectos actuales?, ¿cuál es su misión y su visión?, ¿quiénes son sus clientes?, ¿dónde opera?… La investigación debe abordar redes sociales, los nombres de sus ejecutivos más importantes, productos… Demostrar el mayor conocimiento posible siempre cautivará al entrevistador.
  • Revisar y repasar el CV: parece obvio y para algunos aspirantes, innecesario. Quienes tienen mucha experiencia en entrevistas de trabajo saben que esto es muy importante. Cuando elaboramos nuestro CV, tenemos a la mano toda la información sobre nuestra evolución profesional. Pero, durante la entrevista, puede olvidarse el nombre de nuestro empleador de hace cinco años, o el orden en que realizamos nuestros programas de formación. Esto genera dudas y cierto malestar en el entrevistador.
  • Argumentar las debilidades: en ocasiones, podemos no estar exactamente listos para ocupar un determinado puesto de trabajo. Pero sabemos que si nos dan la oportunidad, la experiencia y el trabajo diario nos permitirán afinar detalles que aún representan una debilidad en el momento de la entrevista. El entrevistador conoce e identifica esos puntos débiles. Pero, si estamos preparados para defenderlos, esto se convertirá en una oportunidad en lugar de un problema.
  • No desestimar la importancia de la apariencia física: la entrevista es una forma de conocer a la persona integralmente. Esto significa que su apariencia física, la forma de vestir y el cuidado en la higiene y el aseo, son factores que tendrán un peso muy importante en la calificación. El vestuario que utiliza el aspirante a un puesto de trabajo es un elemento crucial. El traje debe estar limpio, bien planchado y con los accesorios apenas imprescindibles. Todo lo que no sea imprescindible, corre el riesgo de despertar algún malestar. El aseo, sobra decirlo, debe ser escrupuloso.

Asistir solo, puntualmente y realizar un simulacro de entrevista con un familiar o amigo, complementan la tarea antes de la entrevista.

¿Qué hacer durante la entrevista?

Ya en el terreno, hay poco tiempo para planificar o diseñar estrategias. En algunas ocasiones tenemos la oportunidad de percibir lo sucedido con otros entrevistados que son atendidos antes. Esto permite apreciar errores y aprovechar la experiencia ajena.

En esencia, se trata de seguir un protocolo que podemos definir como estandarizado, y que inicia con un saludo enérgico, sin llegar a ser brusco, y para nada familiar. Un “Buenos días”, acompañado de un apretón de mano corto pero firme, siempre funcionará bien. Después, es importante:

  • Sentarse cómodamente, pero sin ofrecer una postura vulgar o en exceso rejalada.
  • No tutear al entrevistador, aunque el sí lo haga, a no ser que indique puntualmente que eso desea.
  • Responder preguntas puntualmente. En estos casos, es bueno no desperdiciar la oportunidad de quedarse callado, cuando esto es lo indicado.
  • No interrumpir nunca al entrevistador. Si hay alguna aclaración pendiente, hacerla cuando él concede la palabra.
  • Mantener una distancia prudente del entrevistador.
  • Atención a las preguntas hipotéticas: muchas de ellas, como ¿qué haría usted si se encontrase en un vuelo con su mascota, su hijo….? Este tipo de preguntas, usualmente, se hacen para establecer el control emocional del entrevistado y no su opinión real sobre el problema que se plantea, el cual no tiene relación o relevancia para la decisión que se tomará.
  • No hablar mal de las experiencias laborales anteriores. Nunca y por ningún motivo.
  • De ser posible, hacer preguntas que permitan demostrar interés en la empresa y en el puesto de trabajo.

Y, ¿qué hacer después de la entrevista?

Aunque podemos pensar que, una vez ha concluido la entrevista, no hay nada más que hacer, esto realmente no es así. De una u otra forma, con el trabajo obtenido o no, hay algo más que hacer, o que no hacer, después de la entrevista:

Lo primero es hacer una autoevaluación sobre lo ocurrido. Si no obtenemos el empleo, con seguridad la experiencia será muy valiosa para el siguiente intento. Es importante entonces, identificar los aspectos positivos del ejercicio y, por supuesto los negativos. Los primeros para optimizarlos y potenciarlos, y los segundos para corregir y eliminar.

Muchas entrevistas de trabajo terminan con una lacónica frase: “no nos llame, nosotros lo llamaremos”. Esto, casi siempre, es cierto para un solo entrevistado. Si somos nosotros, es cuestión de esperar. Si no lo somos, llamar insistentemente solo tendrá un efecto: nuestro CV no será considerado para una próxima convocatoria.

Esto nos lleva a un punto final. No obtener un empleo ahora, no significa que hayamos hecho una mala tarea al preparar una entrevista de trabajo. Es probable que este sea el inicio de una relación laboral que empezará en algunos meses o en un año.

¿Por qué es importante preparar una entrevista de trabajo?

Porque hacerlo bien nos ayuda a obtener información y conocimiento previo, que, sumados a un CV optimizado, nos permitirá obtener el empleo que deseamos. Cuando hablamos de un CV optimizado, nos referimos a un documento que contiene suficientes elementos de formación como para ser considerados seriamente para obtener un buen puesto de trabajo.

Asesoría Plan-A es una organización especializada en programas de excelencia, destinados a ofrecer formación profesional, en corto tiempo, y con costes accesibles, permitiendo así mejorar las probabilidades de selección en cualquier entrevista.

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